El butacazo

La historia de los pingüinos es muy triste. Aquellos hinchas correctos que aplaudían de pie cuando su equipo convertía un gol, representados célebremente por la canción de Pablo Granados, deben estar muy cabizbajos con el presente rojinegro, marcado por una falta total de identidad.

Muestra de ello, que nunca está de más traer al presente, puede ser los pseudos hinchas leprosos de estos tiempos que se pintan estrellas extras y festejan haber abandonado en su primer campeonato, como nos recuerda el gran Cucurucho Santamaría en el propio video de la historia fresca...

Pero hoy lo que me trae a escribir es una historia por demás conocida: la del poco aguante de la parcialidad pechifresca. Desde siempre fueron dignos de huir en los peores momentos, de escapar a la adversidad, y no viene mal recordar, y tal vez predecir, este tipo de actitudes.

Traigo al recuerdo cuatro partidos de los frescos. Casualmente tres son derrotas como local en el Goloso y ante Colón. Las tres marcadas por insultos, agravios, pero una se destaca por sobre las otras. El otro es un partido ante Chacarita en la Cubetera.

Antes de todo, recordar que ya en esa época se hacían llamar "La hinchada que nunca abandona"

29 de junio del año 2003. Titula Lacrapital: "Newell's se despidió en casa perdiendo e insultado". Podés reírte un rato con la crónica del partido, y ver cómo hay que despedir a un equipo (ver nota completa). En la foto podés ver cómo el plantel se retira escoltado por la policía ante el coro de insultos (hacé click en la imagen para verla en tamaño un poco mayor)

Pero aquella no era la primera vez. El 23 de septiembre del año 2001 había ocurrido algo similar. Se ve que Colón los desespera. Podés ver en la nota de Lacrapital (ver nota) cómo maltrataron a los muchachos del Chocho Llop. En la imagen, muy parecida a la del año 2003, jugadores escoltados por la policía.

Aquel partido con Colón significaba la cuarta derrota consecutiva del conjunto de Llop. A la fecha siguiente, los pingüinos caían en La Plata 4-1 con Gimnasia, y luego, el 3 de octubre de 2001, cortaban la racha al empatar con Chacarita en el Chiquero. En una nota referida a la parcialidad del Parque, Lacrapital tituló: "Los hinchas se retiraron en total silencio" (ver nota completa). Tal vez el párrafo más destacado sea el que dice "Un gran vallado detrás del banco de suplentes de Newell's que llegaba hasta el de Chacarita y una docena de uniformados se habían colocado en caso de que a los plateístas les agarrara un ataque de nervios", anticipando tal vez la rotura de vidrios de unos 4 años después tras el Pirulazo, o rememorando la rotura de carnets tan famosa. Pero yo me quedo con esto: "...la despedida fue inexpresiva. No hubo aplausos ni nada parecido. Ni siquiera saludos de los jugadores hacia el público. Esta vez la gente se retiró del Coloso mostrando su indiferencia", en fin, muy frío.

Pero esta historia nos trae al momento cumbre del recorrido. 20 de mayo del año 2001, Central jugando la Libertadores y cacanob como siempre, agua. Los gélidos perdían con Colón en el Chiquero. El equipo de Ribolzi no daba pie con bola, se venía el clásico (clásico para ellos, partido lugareño para nosotros), y no pasaba nada (Central tuvo que salir a salvar a la institución del hielo, poniendo suplentes en el partido lugareño por pedido expreso de Greenpeace). Lacrapital titulaba "El equipo dejó la cancha con un coro de agravios" poniendo como subtítulo: "Un grupo de hinchas les arrojó butacas a los jugadores". Sí, increíble pero real. Fijate la nota del pasquín si no lo creés (ver nota). Podés leer el artículo y ver fragmentos como estos: "[...]Newell's... fue despedido por un coro de silbidos, cánticos desafiantes y butacas rojinegras que volaban desde las plateas enardecidas hacia el campo de juego[...] Los insultos comenzaron a hacerse cada vez más desmedidos [...] "si no ganan el domingo, qué quilombo se va a armar" [...] Los hinchas se despacharon con un arsenal de insultos sobre los desairados jugadores, que sólo atinaron a agachar la cabeza y esquivar las seis o siete butacas que cayeron sobre el excelente césped del Coloso[...]"

En una nota relacionada, al preguntarle al técnico Jorge Ribolzi por el comportamiento de la parcialidad pechifresca, en un intento por justificar la actitud, recalcó "Sabemos como es la gente...". (ver nota).

Pero como siempre está el hincha incrédulo que no le cree a Lacrapital, y lo bien que hace, esto fue publicado en otros medios, como pasa con las noticias relevantes (¿cuántas cargadas de cacanob salen de otro medio que no sea Lacrapital?). Como muestra, te ofrecemos el artículo del diario La Nación, titulado "Newell´s, derrota e insultos" (ver nota, sólo para miembros registrados -se pueden registrar sin cargo-). Se lee "[...]Los silbidos y los insultos que bajaron desde las tribunas al promediar la segunda etapa [...] El momento más tenso del partido se vivió a los 30 minutos del segundo tiempo, cuando un grupo de hinchas irrumpió en la platea para evitar que la protesta se generalice y alcance al presidente de Newell´s, Eduardo López. Algunos hinchas habían comenzado a recriminarlo. Al finalizar el partido los mismos individuos se acercaron a la boca del túnel y despidieron a los jugadores con insultos y les arrojaron varias butacas de plástico ante la mirada de los efectivos policiales".

¿Todavía alguien la llama la hinchada que nunca ABandONA?



Bonus track:

En el Apertura 2004 los pechos obtuvieron el campeonato, pero hay una mancha que no van a poder borrar. La gente por lo general espera algunas fechas para repudiar al equipo ante sucesivas malas actuaciones, pero ellos, ya en la primera fecha ante Vélez, los insultaron de arriba a abajo! LaCrapital tituló "De los aplausos a los silbidos", y decía "En pocas horas el panorama cambió notablemente en Newell's. Es que desde los aplausos que el plantel recibió el jueves en su presentación a los silbidos de ayer sólo medió un partido [...]". En otra nota dice "Esto hizo que los hinchas entregaron sus primeras muestras de fastidio cuando le empezaron a reclamar a los jugadores que "pongan huevo, la p... que los pa...", que continuó con los de la popular arrojando algunos elementos a la cancha y que confluyó con la importante silbatina del final para el equipo". Sí, era una primera fecha!!!

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